Desde su creación en septiembre de 2018, el CINTER es un centro donde conviven de manera continua y se conectan personas de distintas generaciones para trabajar objetivos comunes de manera mutuamente beneficiosa, donde se comparte espacio, tiempo, pensamiento, una cultura, entre las diferentes generaciones. Un lugar en el que cada uno aprende del y con el otro, se enriquecen recíprocamente. Un espacio en el que sucede una amistad entre dos personas que pueden llevarse 50, 60, 70, 80 años… se aprecian, se valoran, se quieren. Es un lugar de convivencia donde compartir experiencias. Los vínculos afectivos que se crean repercuten en la calidad de vida de las personas, en la adquisición de valores, en ayudar a paliar los sentimientos de soledad, en su felicidad.

Pero no solamente entre niños y niñas y personas mayores, sino también entre las y los profesionales que forman parte del CINTER, las familias, la comunidad… cada persona en diferentes etapas generacionales también aporta, recibe, comparte, enseña, aprenden de y con otros.

Se trata además de un centro de referencia, en el que se pilota un proyecto pionero y novedoso basado en evidencias, planificado y testado, de manera que este enfoque intergeneracional se pueda extrapolar e implantar en otros centros, tanto propios de Macrosad como de otras entidades y sectores que deseen incluir esta visión.

El CINTER es un lugar en el que todos y todas podemos dar algo y tenemos el poder de hacer felices a los demás.